ENTREGA TUS PLANES A DIOS
- Marco Alpízar

- 30 sept
- 1 Min. de lectura
Como seres humanos, estamos diseñados para planear. Pensamos en la carrera que queremos, en los estudios, en los proyectos personales o en decisiones familiares. Hacer planes nos da seguridad y dirección.
Sin embargo, muchas veces nos enfocamos tanto en nuestros propios planes que olvidamos considerar la voluntad de Dios. La Biblia nos recuerda que nuestras ideas, por sí solas, no garantizan resultados: la última palabra la tiene el Señor (Proverbios 16:1, NVI). Aunque tengamos sueños claros y metas definidas, Dios guía nuestros pasos y dirige nuestro camino según Su sabiduría y propósito.
La vida está llena de situaciones inesperadas que pueden cambiar nuestros planes. Lo que parece un obstáculo o un fracaso puede ser la herramienta de Dios para abrirnos puertas que ni siquiera imaginamos. La historia de José es un ejemplo claro: sus sueños fueron interrumpidos por la traición de sus hermanos, la esclavitud y la prisión, pero Dios transformó esas pruebas en un camino que lo llevó a salvar a su familia y a muchas personas. Lo que parecía un desvío era, en realidad, parte del plan perfecto de Dios.
Entender que Dios tiene la palabra final nos llena de paz y nos ayuda a vivir con humildad y confianza. No se trata de dejar de planear, sino de presentar nuestros planes a Dios, de orar antes de actuar y de depender de Su guía en cada decisión. Cuando confiamos en Su soberanía, incluso los cambios inesperados se convierten en oportunidades para crecer y experimentar Su fidelidad.


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